Probamos la Kove 800X ProKove 800X Pro

Kove es una joven marca China que se está haciendo un hueco en el nutrido mercado mundial de la motocicleta gracias a dos detalles que la mayoría de marcas no valoran y, en cambio, muchos clientes sí que lo hacemos, ligereza y calidad de producto, sin olvidar un precio (9.899 €) que la sitúa bastante por debajo de sus competidoras europeas y algo por encima de las marcas asiáticas. Ahora intentaremos explicar si es una buena compra o no…

La Kove 800X Pro desarrolla 95 CV, pesa 190 kg con el depósito lleno, es deportiva, promete buenas capacidades todoterreno con un largo recorrido de suspensión, está bien equipada y luce una imagen imponente sin ser tan masiva como algunas de sus rivales.

El Kove 800X Pro parece prometedor. Aparte de los protectores de manos (incomprensible que no los incluya), lleva prácticamente todo lo que un piloto de enduro podría desear.

Volviendo a sus 190 kg con todos los líquidos, mínimo 10 kilos más ligera que la más liviana de sus rivales (Yamaha Tenere o o Aprilia Tuareg), tiene un chasis con suspensiones totalmente ajustables (de la marca KYB) con 240 mm de recorrido y ruedas de radios cruzados sin cámara de dimensiones todoterreno de 21/18 pulgadas, equipadas con unos neumáticos Pirelli Scorpion Rally STR que si bien son mixtos, la verdad es que se quedan algo cortos a la hora de rodar por tierra sobretodo en terreno húmedo. Una placa de aluminio protege el motor bicilíndrico de 799 cc y 95 CV conforme a la normativa A2, y las barras de protección limitan los daños en caso de accidente.

Su depósito de 20 litros nos permite autonomías de más de 400 kilómetros, ya que el consumo mixto se sitúa en torno a los 5 litros de Gasolina.

La Kove 800X equipa pinzas de cuatro pistones montadas radialmente marca Taisko (idénticas a las de Nissin), un amortiguador de dirección, un portaequipajes sólido y una pantalla TFT de 5 pulgadas con conectividad para navegación de mapas. Por supuesto, está pensada para montar tanto maleta trasera como laterales.

Visualmente, la Kove es realmente atractiva. Su motor bicilíndrico en línea es muy similar al LC8c de KTM, también fabricado en China por CFMoto. Incluso la relación diámetro/carrera es la misma: 88 × 65,7 mm.

Su pantalla TFT ofrece mucha información útil, nivel de gasolina, temperatura del refrigerante, marcha engranada o velocidad, aparte tiene un ordenador de a bordo de fácil lectura e intuitivo uso mediante tres botones situados en la parte izquierda del manillar. Dispone de dos modos de conducción Sport y Eco, pero aparte del color de la pantalla no supimos ver la diferencia en cuanto a tacto y respuesta de la moto. También hay dos conectores USB (USB-A y USB-C).

La precarga del resorte trasero se puede ajustar mediante una ruedecilla

La ergonomía del 800X se adapta perfectamente a mi altura de 176 cm. Gracias al asiento cónico, puede alcanzar fácilmente el suelo con ambos pies. Detrás del amplio manillar te sientas erguido en una posición de conducción cómoda y con libertad de movimientos.

En zonas urbanas hay que acostumbrarse a la respuesta brusca del acelerador y un freno motor importante, aunque una vez acoplados, son factores de seguridad a nuestro favor.

En las curvas el peso importa y la liviana Kove 800X es muy fácil de llevar rápido. Es una moto estable, divertida y que se comporta de maravilla.

En autopista a velocidades legales es una moto que tiene un rodar suave y sin vibraciones, responde sin titubear al acelerador y su pantalla nos protege bastante bien del viento. Con viento lateral, su ligereza es un punto a favor.

El sistema de frenos se dosifica con mucha precisión y desacelera con fuerza cuando es necesario. El ABS no interviene prematuramente y da mucha confianza. Sin embargo, en conducción dinámica, el control de tracción es algo intrusivo.

Fuera de lo negro, la Kove aprovecha al máximo su ventaja de peso y es muy ágil. Gracias a su geometría y recorridos de suspensión, nos permite rodar muy rápido con un elevado nivel de seguridad. El manillar es algo bajo cuando nos ponemos de pie, aunque es un detalle menor y fácil de solucionar. El ABS se puede desactivar completamente o solamente en la parte trasera. En el segundo caso, la configuración permanece incluso después de reiniciar. Lo mismo se aplica a la desactivación del control de tracción si se desea.

Su rendimiento es impresionante y cuando le cogemos el tranquilo a su freno motor, disfrutaremos como enanos.

La posición de pie es natural, los reposapiés son amplios, el depósito nos permite abrazarlo con ganas y no cansa.

A destacar la suavidad de su embrague y cambio, soberbios, son precisos y de perfecto funcionamiento.

Conclusión

La Kove está pensada para aquellos que busquen una moto para todo, pero que se defienda bien en monte, que sea ligera y que no tenga un precio inalcanzable, es una moto lógica, fina de funcionamiento y con prestaciones más que suficientes.

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