El Shakedown Test en Sepang marcó el regreso de Fermín Aldeguer a la Ducati GP24 del equipo Gresini, tras su última toma de contacto en el test de Barcelona en noviembre pasado. Tras finalizar el test, concedió unas declaraciones al medio GPOne. Para el joven piloto español, este reencuentro con la Desmosedici supuso un desafío exigente, especialmente en un circuito tan rápido y técnico como el de Malasia. Su misión principal era recuperar confianza y adaptarse nuevamente a la potencia de la MotoGP tras el parón invernal.
Un primer día complicado, pero con progreso constante
Las primeras sensaciones de Aldeguer en la moto fueron difíciles, algo que él mismo reconoció. “El primer día fue muy difícil porque esta moto es muy dura. “¡Conducir una MotoGP después del largo parón invernal es una locura!”, comentó. Sin embargo, el joven español se mostró satisfecho con la evolución de su rendimiento a lo largo de los días. “Puedo decir que estoy contento, porque estamos trabajando bien: en cada vuelta estamos mejorando algo en cuanto a la moto, la puesta a punto o mi estilo de pilotaje. “Creo que estamos haciendo un gran trabajo y podemos estar contentos”, explicó.
A pesar de la dificultad inicial, Aldeguer logró reducir su diferencia respecto a los tiempos de referencia, situándose a seis décimas de la cabeza en el último día del test. “No me centré en el tiempo de vuelta porque tengo que ser dos segundos más rápido para conseguir la pole y el récord del circuito. Intenté mejorar mi estilo de pilotaje en cada vuelta y también tengo que intentar ser un poco más rápido y agresivo con esta moto. “Solo necesito tiempo para rodar y entender mejor dónde puedo progresar”, afirmó.
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