Probamos la BMW R18

BMW se está tomando muy en serio su entrada definitiva en el segmento de motos custom y clásicas, primero fueron las nineT y ahora lo han hecho con la R18, una moto Custom con un enorme motor bóxer de 1800 cc.

Lo que hace de BMW un fabricante diferente es que sabe darle a todas sus creaciones una pátina de personalidad propia y la R18 no podía ser de otra manera, ya que comparte imagen con las creaciones de otras marcas, pero técnicamente está muy por encima y en cuanto a comportamiento las diferencias son brutales, estamos ante la Custom de gran tamaña más fácil de llevar de la actualidad, con un motor enorme con una respuesta progresiva y contundente.

La realidad es que esta BMW R18 vibra menos que el resto de competidores, es más ágil y es menos fácil que toquen sus estriberas.

Cuando nos propusieron probar esta enorme moto, la primera reacción fue de angustia, es un aparato grande, pesado y que no es fácil de llevar, pero una vez recorridos unos cuantos kilómetros, nuestra idea mejoró y lo siguió haciendo con el paso de los kilómetros, adaptándonos a una conducción más suave y pensada para recorrer miles de kilómetros por las autopistas o carreteras americanas, pero cómo somos masocas, nos la llevamos a un tramo de curvas y lo hicimos varias veces, primero con la lógica prudencia de llevar entre las piernas un monstruo de casi 350 kg, pero con el paso de los kilómetros aumentamos el ritmo y sobretodo la confianza en la moto y llegamos a disfrutar en un hábitat que no es ni de lejos su sitio preferido. Con esto queremos explicar que es una custom de imagen, una mega custom de verdad, pero que está muy bien pensada con un centro de gravedad bajo, que se conduce bien incluso en ciudad, ya que es bastante estable y que solo a la hora de aparcarla o moverla en parado tendremos nuestro problemas.

Lo más impresionante de la imagen de la R18 es su enorme motor bóxer de 1800 cc refrigerado por aire, con cromados por doquier, escapes con forma de colas de pez y unos materiales y acabados de primera, es de las motos que más gente me ha parado para preguntar, tanto interesados por ella cómo porque les gustaba su diseño.

Al ponerla en marcha es brutal la sacudida que te pega este enrome motor boxer de 1802 cc, pero después no es muy superior a la de una GS 1.200.

En cuanto a cifras del propulsor impresiona el enorme par motor de 158 Nm a sólo 3.000 rpm, pero sorprenden los escasos 90 caballos que desarrolla, aunque son más que suficientes, ya que no es una motor para hacer carreras, su velocidad máxima está limitada a 180 Km/h y las prestaciones son secundarias, entendemos que si fuera más potente, sería muy peligrosa de conducir.

Dispone de varios tipos de conducción, su electrónica es simplemente maravillosa, tiene tres modos: Rain, Rock y Roll. El “Rain” es el modo lluvia, la cartografía de la inyección sufre un desinfle considerable para que no te pegues sustos con una moto que, además, presenta una gran inercia por su peso, aunque también tienes el ángel de la guarda del control de tracción ASC que si entra en funcionamiento lo ves reflejado en la consola con el encendido de un testigo. Los otros dos modos de conducción son el normal o “Rock” y el dinámico “Roll”.

El consumo real ronda los 6 litros a los 100 kilómetros, una cifra más que buena visto la tara y tamaño de la R18, su autonomía ronda los 300 kilómetros.

Dónde más han trabajado los alemanes ha sido en la parte ciclo, con un conjunto horquilla-frenos delanteros de comportamiento soberbio y una suspensión trasera que filtra bastante, aunque nos hemos llevado algún que otro sablazo, el freno trasero también es muy modulable.

Valoración Final

Con un precio que parte de 24.590 €, nos llevamos una gran moto en todos los sentidos, no es una moto para correr sino para disfrutar del camino, es cómoda tanto para uno cómo para dos (aunque el pasajero reclamará un respaldo) no gasta en exceso y tiene una imagen brutal.

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